domingo, octubre 15, 2006



"Hizo una pausa y se me quedó mirando.
- Señor McCourt, a usted no le caía bien, ¿verdad?
- ¿Qué no me caías bien, Bob? ¿Estás de broma? Era una alegría tenerte en mi clase. Jonathan decía que ahuyentabas la tristeza.

Díselo McCourt, dile la verdad. Cuéntale cómo te alegraba los días, cómo hablabas de él a tus amigos, lo original que era, cómo admirabas su estilo, su buen humor, su sinceridad, su valor, cómo habrías vendido el alma a cambio de tener un hijo como él. Y dile lo hermoso que era y que es en todos los sentidos, cuánto lo querías entonces y cuánto lo quieres ahora. Díselo.
Se lo dije, y se quedó sin habla, y a mí me importaba la maldición gitana lo que pensara la gente que pasaba por Lower Broadway cuando nos vieran fundidos en un largo abrazo, el profesor de secundaria y al grandullón judío afiliado a los Futuros Granjeros de América."

(El profesor ; Frank McCourt)

1 Comments:

At 1:31 a. m., Blogger bita said...

ains... seguro que la sole cuando te pille por banda te da ese abracito!!
besitos guapa!!

 

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